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Estudios Bíblicos en Siguiendo sus Pisadas |
Es tan importante el Cristianismo, que ha generado luchas y divisiones
desde el momento mismo en que nació con la doctrina de Jesucristo hace dos mil años, hoy día
la mayoría de la población mundial nos hacemos llamar cristianos, de ahí la importancia de
entender bien este concepto:
Lo primero que debemos entender es que el Cristiano es aquel que sigue a Cristo, este "seguir" no es
solo de palabra sino de hecho, es decir aceptarle como Señor y Salvador de su vida y obedecerle en sus preceptos
y ordenanzas., Jesucristo mismo en algún momento señaló a quienes con respeto le decían
Señor "..¿por que me llamáis Señor y no hacéis lo que os digo?. Lo anterior
significa que en su mayoría aquellos que se dicen Cristianos, lo son solo de palabra y no de hecho. Analicemos
brevemente como es que llegamos a ser "Cristianos" en nuestros tiempos:
Tradicionalmente conocemos de la existencia de Dios por transmisión de esta enseñanza de padres a
hijos, por cientos de generaciones. Al igual que en nuestro caso se nos enseñó que Dios existe y
que se manifestó en la forma de su hijo Jesucristo, hay muchas otras culturas donde la transmisión
del mensaje opera en forma similar a diferencia que en algunos casos se les habló de Mahoma, Buda, Krisna,
etc.. esto significa que nosotros conocemos solo lo que nos han enseñado, es tal la inducción a creer
en Dios desde que somos pequeños que nos apropiamos de esta fe como un "sentir" sincero que forma
parte de nuestra vida misma y por lo tanto de nuestra forma de ser. Dependiendo de la denominación religiosa
que profesen nuestros padres es la que nosotros vamos a aprender, así que los católicos harán
hijos católicos y los protestantes (todos los no católicos) harán hijos protestantes, al igual
que los mahometanos harán mahometanos, y los judíos hijos judíos, etc..
Debemos reconocer que en nuestra propia vida, esta ha sido la forma de hacernos Cristianos, en ningún momento
de nuestra existencia en el seno familiar se nos preguntó si queríamos serlo, tan solo se nos enseñó
así. Es tan común ser Cristiano que cualquier persona se jacta de serlo, cuando en la mayoría
de las veces reconocen a un Jesucristo histórico que fue crucificado en algún momento por los judíos,
pero no entienden el verdadero significado del advenimiento de Jesucristo en este mundo.
Hasta aquí, la experiencia es igual para todos los seres humanos sin distingo de la religión o denominación
Cristiana que profesen. Todos absolutamente todos somos inducidos de la misma manera a Creer en Dios. Por tanto
no veo diferencia entre hijos de católicos e hijos de protestantes en este sentido. Si bien es cierto que
los hijos de protestantes que asisten en forma regular a la Iglesia se les enseña desde pequeños
a escudriñar las escrituras, lo cual no sucede con los hijos de católicos, esto no hace gran diferencia
si estas lecturas no son debidamente dirigidas y sobre todo, si lo que leen no es una realidad en la vida de sus
progenitores, ya que la mejor enseñanza es la que se da con el ejemplo.
Por otro lado, el amor de Dios es exactamente el mismo para con toda su creación, ante los ojos de Dios
no hay distingos de religiones, o denominaciones, Dios es amor, el mas puro y verdadero que jamás intelectualmente
podremos comprender. La diferencia en cuanto a la forma de rendirle culto a sido manejada por el hombre mismo,
cada denominación tiene sus propios métodos y procedimientos, aunque en algunos casos se parecen,
siempre hay diferencias entre unas y otras.
Las diferencias mas fuertes son de índole doctrinal, tan solo en el caso del bautismo hay quienes lo aplican
a bebés, otros solo a personas adultas, algunos lo hacen en el nombre de Jesucristo, otros en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en fin, las diferencias en cuanto a la interpretación
de las Sagradas Escrituras es muy variada. Lo mas curioso es que todas las denominaciones Cristianas que existen
en el mundo aseguran poseer la verdad y la interpretación correcta de la Escritura.
No obstante todo lo anterior, es inútil cualquier Iglesia, y cualquier doctrina, cuando no se conoce en
forma personal y genuina a Jesucristo. La relación con Dios es un derecho absolutamente personal, cada quien
tiene la maravillosa libertad de elegir si se entrega o no a la fe Cristiana, para lo cual es absolutamente necesario
encontrarse cara a cara con Jesucristo, esto es posible si previamente se le ha conocido y se le ha reconocido
como soberano Rey de nuestras vidas, es un proceso mediante el cual desnudamos nuestra alma y nuestro ser, confesándonos
ante Él cuan pecadores somos, ofreciéndole nuestra vida para que sea Él quien decida de nosotros
lo que quiera, es pedirle que viva en nosotros, y hacer de nuestra existencia el reflejo de su presencia en nuestro
corazón. Esto exige el compromiso personal de obedecerle y seguirle, Jesús es el camino y la verdad
y la vida, el único camino para llegar al Padre tal y como el mismo lo dijo.
Para hacer esto, no es necesario ser miembro activo de alguna denominación cristiana en especial, los brazos
amorosos de Jesucristo están abiertos siempre para todas las personas que acudan a Él, sin importar
que tan malos seamos, Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador, y eso vino a sanar a los enfermos del pecado
para llevarlos a la Gloria Eterna donde hay justicia gozo y paz por la eternidad.
Conociendo de esta forma a Jesucristo, escudriñando las Escrituras, compartiendo su palabra, debemos dejar
que sea Él quien dirija nuestros pasos a la Iglesia donde nos congreguemos con otros que comparten nuestra
fe para adorarle y alabarle, al corazón contrito y humillado no despreciara Dios, sin importar la Iglesia
donde se le adore.
Lo mas importante es estar seguros de ser Cristianos Verdaderos, tenerle como el modelo perfecto, el maestro en
nuestra vida, la meta a seguir, la voz a obedecer, Dios sabe que es lo mejor para nosotros, el nos ama sin restricciones
ni prejuicios, así que confía en El. Y si en tu corazón oyes su voz diciéndote que
asistas a tal o cual Iglesia Cristiana, donde se adore a Dios en espíritu y en verdad. Adelante, siempre
y cuando sea Dios el que te guía.
Dios reconoce el corazón sincero que verdaderamente quiere seguirle. No cierres pues tu corazón para
aprender la verdad Cristiana a fin de que hagamos la voluntad de Dios y no la nuestra.
Dios te bendiga